“No puedo”, “es muy difícil”, “soy demasiado mayor”, “no soy capaz”, “es demasiado tarde”, “nunca hablaré bien”, “soy muy malo”, “no voy a conseguirlo”. ¿Tú también has dicho o has pensado estas frases alguna vez? Si es así, déjame explicarte por qué estás totalmente equivocado.

Todos podemos aprender idiomas

A lo largo de mi experiencia como profesora de español, desgraciadamente he tenido que escuchar este tipo de comentarios demasiadas veces en estudiantes adultos totalmente capacitados para aprender un idioma. Me entristece ver que no se dan cuenta de que cualquier persona puede aprender una segunda lengua e incluso hacerse de un buen dominio de la misma. Todo el mundo, sin importar su edad, cultura o nacionalidad, puede aprender cualquier materia que se proponga, es solo cuestión de conocerse, comprenderse, respetarse y encontrar la forma de aprendizaje más adecuada para cada uno.

 

Cada persona tiene su propia manera de aprender idiomas

Cada persona, igual que tiene su propia manera de experimentar y vivir la vida, tiene su propia manera de aprender y asimilar nuevos conocimientos, y es precisamente esta idiosincrasia la que nos hace ser, no mejores o peores estudiantes, sino diferentes y especiales.

Una vez hemos comprendido esto, podemos empezar a aceptarnos, comprendernos y respetarnos como estudiantes en general y de idiomas en particular, cada cual con su forma de aprendizaje. Será en ese momento cuando podremos realmente empezar a disfrutar de nuestro proceso de aprendizaje y de los logros que, cada uno a su ritmo, vaya consiguiendo, así que sé flexible y adáptate a tu propio ritmo y forma de aprender.

 

El cerebro para aprender necesita emocionarse

Otro factor primordial que todos compartimos en mayor o menor medida, independientemente de la edad, es la ilusión, la motivación y la curiosidad. El cerebro para aprender necesita emocionarse, por ello es imprescindible dejarse sorprender, tener el gusto de aprender manteniendo siempre una actitud positiva y de confianza, no debemos dejarnos llevar por la frustración, tenemos que aprender a lidiar con ella.

Como estudiantes, no podemos darnos el lujo de desanimarnos, hemos de recordarnos una y otra vez que no existe el fracaso. A la hora de aprender un idioma, lo importante no es tanto hacerlo con o sin errores, lo primordial es poder comunicarse, poder dominar la situación comunicativa, poder expresarse y hacerse comprender, ¿no es acaso ese nuestro objetivo cuando decidimos aprender una segunda lengua?

Cada día aprendemos algo nuevo, solo debemos tener paciencia y esperar a que el cerebro lo asimile y lo automatice hasta hacerlo parte de nosotros, como todo lo que hemos ido aprendiendo a lo largo de nuestra vida.

 

¿La edad es un handicap para aprender idiomas?

La edad siempre ha sido uno de los factores más utilizados como excusa para no aprender algo. Eso de que los niños aprenden mejor que los adultos, no tiene tanto que ver con la relación directa entre la edad y la capacidad de aprender, esto es un mito. La juventud y la capacidad de aprender no la especifica necesariamente un número, tampoco el deterioro físico va forzosamente asociado al deterioro mental, de hecho hay otros elementos que ejercen una mayor influencia en la capacidad de aprendizaje.

Entonces, ¿por qué los niños aprenden más rápido? Te sorprenderá saber que es realmente debido a sus actitudes infantiles, siendo estas el deseo de jugar, de sorprenderse y, sobre todo, su disposición a cometer errores como algo natural del proceso de aprendizaje. Sin embargo, parece que para el adulto, el error y el miedo a equivocarse se convierten en una especie de tabú, olvidamos que se aprende a base de errores, y es precisamente esa actitud la que bloquea nuestro proceso de aprendizaje.

 

Sé como un niño y déjate sorprender

Así que equivócate, aprende, diviértete, sé como un niño otra vez. Acepta que no lo sabes todo y déjate sorprender, no pierdas tu ilusión y curiosidad. Aprende de tus errores, ellos te están enseñando aquello a lo que debes prestar atención.

Por lo tanto, vuelve a ser un niño y ábrete a las nuevas posibilidades que el aprendizaje de una segunda lengua te brinda, no te pongas más excusas y lánzate, yo he tenido estudiantes de hasta 90 años que demuestran que sí se puede. Ahora bien, ¿tú qué dices?, ¿te atreves? Ve a por ello, no te arrepentirás, tú sí puedes.

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